Para muchas empresas abrirse al mundo de la producción o la venta son retos imprescindibles. De esta manera, muchas compañías o grupos empresariales vascos abren sus delegaciones y plantas de producción en el extranjero. En sentido contrario, son varias las plantas industrias ubicadas en nuestro entorno que en efecto son filiales que forman parte de una estructura internacional. Esta situación conlleva inevitablemente el encuentro con la variable de la diversidad lingüística y, aunque la gestión de la misma puede a menudo suponer un quebradero de cabeza, está en nuestras manos que su gestión se convierta en un factor beneficioso para la empresa.
De hecho, una política lingüística adecuada permite organizar la diversidad lingüística de una manera más eficaz y saludable, convirtiendo algunos de los posibles puntos débiles -gestión del área de personas, la eficiencia, el coste de las traducciones o el coste de la formación- en una gestión de la diversidad saludable y una identificación positiva con la empresa.
Si la gestión de la diversidad lingüística suscita tu interés, el lugar que ocupan las lenguas minoritarias en las empresas globales despierta tu curiosidad, quieres saber más en torno a los perjuicios que una torpe gestión de las lenguas puede acarrear a una empresa o simplemente te gustaría profundizar en el concepto Lingua franca en el ámbito de la empresa, te invito a la lectura del artículo que he publicado en la revista BAT Soziolinguistika. En el mismo se profundizan algunas claves sobre el tema, junto con la descripción de casos prácticos relacionados con todo ello.
Post scriptum: En Emun trabajamos en la gestión de la diversidad lingüística partiendo de la realidad del euskera. Recibiremos con agrado cualquier idea, aportación o comentario que este tema os suscite en la siguiente dirección eneko.barberena@emun.eus. En Emun estamos convencidas de que vuestras aportaciones nos enriquecen.