En EMUN optamos por empezar a trabajar la conciliación corresponsable en el año 2008. La apuesta que hicimos en su día, nos deja diversas enseñanzas y nos muestra nuevos caminos para avanzar.
Conciliación corresponsable para unas vidas sostenibles
Las personas que formamos la sociedad formamos vidas en constante cambio. Y en el mundo laboral, las empresas estamos obligadas a estar en ese constante movimiento: adaptarnos a las necesidades de la sociedad y garantizar unas vidas habitables.
El lugar de trabajo también debe ser reconocido como un lugar donde habitamos. Y, en consecuencia, reconocer que los centros de trabajo son también espacios de cuidado mutuo.
Nuestras formas de vida deben ser sostenibles no sólo económicamente, sino humanamente y en relación con el entorno. Por eso, en las empresas, deberíamos alzar la mirada de los quehaceres cotidianos y mirarnos más las unas a las otras. Prestando atención a la sociedad, a la empresa, a la familia y a una misma para lograr un equilibrio entre todas las personas.
Cuando hablamos de conciliación corresponsable: la empresa, la familia y las personas, las tres deben estar en equilibrio interno, y de la misma manera, cada dimensión también debe de estar en equilibrio (en la empresa con el resto de la plantilla, en la familia con sus convivientes y el individuo consigo mismo). Si los tres elementos están en equilibrio: la empresa será competitiva, la familia estará equilibrada y la persona será dueña de sí misma y capaz de tomar decisiones. En EMUN entendemos que si incorporamos la perspectiva de género y se garantiza la división de este equilibrio en todos los trabajos, nos situamos ante una conciliación corresponsable.
Es evidente que no es tarea fácil afrontar y gestionar el reto de la conciliación corresponsable y hablar de ello desde un contexto empresarial. De esta forma, a la empresa le corresponde gestionar la diversidad de su colectivo y tener en cuenta los diferentes momentos de cada persona.
En EMUN en 2008 optamos por trabajar sobre la conciliación corresponsable. Éramos conscientes de que muchas personas tenían necesidades de conciliación en el seno de la cooperativa y que como empresa, desde un punto de vista corresponsable, nos correspondía responder a esas necesidades, tanto por las personas trabajadoras como por la propia empresa. Y es todo ello lo que en definitiva, genera empresas corresponsables, personas corresponsables y viceversa.
Además de las necesidades de conciliación, en la propia empresa nos dimos cuenta de que teníamos algunas situaciones en desequilibrio: en los órganos superiores había muchos hombres y con la conciliación nos dimos cuenta de que necesitábamos medidas para empoderar a las mujeres (para el desarrollo, para promocionarlas, para formar parte de los órganos, para reforzar la flexibilidad desde ambos aspectos) y en ese camino era imprescindible mirarnos mutuamente. Realizamos un diagnóstico: para identificar las prácticas de EMUN, las opiniones existentes sobre el tema, las necesidades concretas, las prioridades, y al mismo tiempo, compartimos el conocimiento sobre el tema y realizamos ejercicios de comprensión conceptual. Pusimos el tema sobre la mesa y optamos por adaptarnos a las nuevas situaciones y necesidades: en definitiva, nos dimos cuenta de que la conciliación no se limitaba sólo al cuidado. De esta manera, desarrollamos el camino para entender el cuidado desde una perspectiva holística, haciendo imprescindible preservar las medidas de igualdad y empoderamiento de la mujer.
Sensibilizar y formar al colectivo es vital: tanto para cada una y cada uno, como para el conjunto de la sociedad. Al mismo tiempo, profundizar en el valor y concepto de la corresponsabilidad significa ser responsable: en el hogar (en la familia), en la empresa y en la sociedad. Es imprescindible que todo esto se desarrolle desde una perspectiva feminista, de lo contrario se corre el riesgo de seguir bajo la influencia de los roles vigentes hasta ahora. Y en este sentido, cuidar de cerca las necesidades de las personas ayuda a que el trabajo sea más eficaz, porque escuchando y respondiendo a dichas necesidades, nos sentimos más centradas y satisfechas en los espacios triples de cada persona.
Para conocer con más detalle las políticas de conciliación desarrolladas por EMUN en los últimos años podéis visitar el siguiente video (en euskera), donde Amaia Etxaniz Apaolatza, responsable del área de Personas de Emun, interviene en una conferencia ofrecida en el marco de las Jornadas de Innovación Social #BSBideak organizadas en Tabakalera (Donostia, 2017).
Este proceso nos ha ofrecido una gran oportunidad para aprender unas de otras y demostrar que todavía tenemos mucho que seguir aprendiendo. El haber tomado un tiempo y un espacio para la reflexión, tener la oportunidad de escucharnos y el conjunto de medidas adoptadas en materia de conciliación como consecuencia de dicho proceso de escucha, nos ratifican que el camino emprendido en su día ha sido el correcto. Porque, en definitiva, el bienestar de cada una de las personas beneficia a la vida del colectivo en su conjunto.