Las Naciones Unidas han definido los retos a nivel mundial a través de la denominada Agenda 2030. Ésta pretende ser un plan de acción social, económico y medioambiental de caracter universal, integral y transformador, y para ello, además de los Gobiernos y las Organizaciones para el Desarrollo, han planteado una serie de retos que apelan a la responsabilidad de las empresas.
En lo que respecta a nuestras comunidades más cercanas, las administraciones también están intentado alinear los retos territoriales con los internacionales y se han creado herramientas y guías para orientarlos hacia la acción, entre ellas la «Guía práctica para las instituciones vascas».
Cuando elaboramos el Plan Estratégico 2021-2024 de EMUN, también estudiamos con atención los referidos retos globales, tratando de entenderlos, trasladándolos a nuestro contexto y midiendo el alcance de nuestro impacto. Nuestro objetivo es reducir los impactos negativos que nuestra actividad pueda generar en el entorno y ante ello, generar impactos positivos a través de nuestros servicios. Nos dedicamos a la innovación social, porque queremos prorrogar lo máximo los recursos culturales, lingüísticos y naturales de nuestro entorno y la salud y la igualdad de oportunidades de las personas que habitan en él.
Muchas de las empresas que nos rodean también están trabajando en esa misma dirección y llevamos colaborando con ellas en estos últimos años. De hecho, para las cooperativas no resulta una cuestión nueva la idea de que la responsabilidad de las empresas no se limita a su propia actividad, puesto que desde su misma creación nacen con el próposito de ser corresponsables con su entorno, contribuyendo a la transformación del mismo.
Además, la Ley 11/2018 establece nuevos requisitos para las medianas y grandes empresas, entre las que destaca la referida a la obligación que establece a las empresas de más de 250 trabajadores a hacer pública al cierre del ejercicio la información no financiera y de diversidad.
En el mercado es cada vez más frecuente que las políticas de sostenibilidad se proyecten ligadas a la competitividad, sobre todo en aquellos sectores que operan en países muy implicados en esta materia y que lo están fijando como un requisito imprescindible en la relación cliente-proveedor.
Basándonos en nuestra propia experiencia empresarial y la forma en la que comprendemos el proyecto de EMUN y en respuesta a las demandas de nuestros clientes, hemos reafirmado nuestra apuesta por la responsabilidad social y estamos colaborando en esta materia, entre otros, con el Grupo Fagor e Irizar.
Facilitamos procesos para que las empresas tomen conciencia de sus impactos y conozcan qué es lo que sus grupos de interés esperan de ellas. Ofrecemos servicios desde la fase de diagnóstico hasta el desarrollo de memorias e informes de rendición de cuentas. Para ello, estamos colaborando con asesorías con dilatada experiencia en el sector de la innovación social a través del Programa para promover el fortalecimiento competitivo del tejido empresarial guipuzkoano.
Creemos en la transformación social y la aportación que las empresas podemos hacer en esta dirección es muy importante.